Cuando hablamos de mochilas portabebés lo primero que se nos viene a la cabeza suele ser su finalidad: transportar al bebé pegado a nuestro cuerpo.
En este artículo os vamos a explicar que mucho más allá de su función básica, las mochilas portabebés ergonómicas nos permiten disfrutar de los innumerables beneficios del porteo:
Los bebés están más tranquilos en brazos de sus padres. Hasta que no sean bien mayores, dependerán de su figura de apego para regular el estrés. El contacto con sus papás les proporciona seguridad, calor y contacto, algo tan básico para su bienestar como comer o dormir.
Los bebés que son llevados en una mochila ergonómica lloran menos. El movimiento, el calor, la voz, incluso el olor, contribuyen a que se sientan mejor. Pensemos por ejemplo en los niños que tienen reflujo: la posición erguida les ayuda a tener menos molestias. Pero es que, además, llevar al niño tan cerca de nosotros nos permite descubrir cualquier signo de malestar y atender su necesidad mucho antes de que el niño rompa a llorar.
Los bebés duermen con mayor facilidad y durante más tiempo en brazos y en movimiento. De hecho, muchas veces hablamos del efecto sedante de las mochilas portabebés, ¡parece magia!
Portear a tu bebé disminuye el cólico del lactante gracias al contacto físico (mejor incluso si es piel con piel), el calor, el olor, el movimiento y la posición erguida.
Mantener una posición erguida es una buena forma de prevenir y mejorar el reflujo y las regurgitaciones.
Así mismo, llevarles erguidos, evitando la posición tumbada (habitual cuando les dejamos en la cuna o en el carro) previene la plagiocefalia postural y mejora las ya existentes.
Llevar a tu bebé en una mochila ergonómica contribuye a un desarrollo sano de su columna y caderas, previniendo la displasia y ejerciendo un efecto beneficioso en los casos en los que ésta ya se ha producido.
El porteo ergonómico permite hace más sencilla la transición del bebé de la vida uterina a la vida exterior. No hay que olvidar que los seres humanos nacemos inmaduros no sólo físicamente sino también desde un punto de vista neurológico. Dicho de otra forma, los bebés tienen una innegable necesidad neurofisiológica de ser llevados en brazos, que está marcada por nuestra biología. Cada vez más se habla de “exterogestación” o “nueve meses fuera, nueve meses dentro”. Si habéis cogido a un recién nacido en vuestros brazos, seguro que os habéis dado cuenta de que de forma natural adopta la posición óptima para ser portado: espalda redondeada en forma de C, rodillas flexionadas. Aún no puede hablar, pero todo su cuerpo nos está pidiendo que le tomemos en nuestros brazos.
Establecer y mantener la lactancia materna es mucho más sencillo si llevamos a nuestro bebé en brazos. ¿Por qué? La lactancia se rige por una ley de demanda-oferta, es decir, cuánto más succione el niño, más estimulará la producción.
El porteo ergonómico tiene innumerables beneficios físicos: ayuda en la maduración neurológica, al desarrollo del sistema vestibular y del tono muscular, a regular la temperatura, la respiración y el ritmo cardiaco.
Los beneficios emocionales de usar una mochila portabebés también son incontables: el bebé se siente más seguro, más relajado y vinculado con su progenitor. El porteo fomenta un apego seguro y ayuda a combatir la depresión postparto o babyblues.
Los niños pesan mucho menos en una mochila ergonómica que llevados en brazos. Te duela o no te duela la espalda, tu hijo tiene la necesidad de que le cojas en brazos y la seguirá teniendo durante muchos años. Si le coges directamente tu cuerpo sufrirá porque llevarás su peso en tus brazos y tu cuerpo tratará de amoldarse a esa carga desviando tu centro de gravedad, sobrecargándote. En cambio, en una mochila ergonómica el peso se va a repartir de manera homogénea, desde los hombros a tus caderas, repartiendo el peso sin cargar ninguna zona. Sentirás que tu bebé pesa mucho menos y te pondrás en forma sin darte cuenta.
Llevar a tu bebé en una mochila ergonómica te permite mantenerle contigo y cerca de ti mientras puedes seguir realizando las tareas normales de la vida cotidiana: escribir en el ordenador o leer un libro, dar un paseo, ir a la compra, sacar al perro, ¡incluso trabajar!
Por supuesto, en familias donde hay más de un niño pequeño, usar mochilas ergonómicas se hace casi imprescindible ya que te permite atender las necesidades del bebé sin descuidar al resto de hermanos.
Las mochilas ergonómicas te dan total libertad para moverte por la ciudad sin reparar obstáculos o barreras arquitectónicas, sin sufrir los días de lluvia o si tenemos que tomar el transporte público. Tus manos estarán siempre libres y tu hijo siempre contigo
Estos son los principales 15 beneficios de las mochilas ergonómicas que no te puedes perder ¡pero hay muchos más! Cada familia encontrará los suyos ya que el porteo ergonómico es mucho más que un medio de transporte, es una práctica cómoda, amorosa, divertida y saludable. ¿Te animas a compartir cuáles son las ventajas que vosotros habéis experimentado?